Como sabes, a finales de marzo lanzamos una bolsa especial de donaciones para abordar necesidades urgentes que detectamos: tanto tecnológicas -un alto porcentaje de menores carecía de dispositivos y/o de conexión a Internet para el seguimiento escolar online- como económicas, ya que el número de familias con las que trabajamos en Balia en situación de necesidad extrema se ha triplicado a causa de la pandemia. Por eso decidimos ir más allá y ayudar a solventar esas necesidades perentorias.

Gracias a la donación de ordenadores, tabletas y tarjetas de datos por parte de organizaciones, empresas y particulares hemos resuelto al 100% el problema de conectividad de todas las familias que lo necesitaban. Por otro lado, 218 personas han colaborado con la bolsa especial de donaciones aportando la suma total de 66.766,6€. También hemos recibido ayudas específicas para esta campaña por parte de distintas empresas y fundaciones, y colectas de empleados, que han querido contribuir a que las familias tuvieran cubiertas sus necesidades más básicas, principalmente la cesta de la compra. Este capítulo ha sumado otros 37.342 €.¿Qué hemos hecho con estos fondos de 104.108,6€? Hemos apoyado directamente a una parte -la más necesitada- de las casi 800 familias que conforman en este momento nuestra comunidad de beneficiarios directos en Madrid, Guadalajara y Sevilla. Un total de 336 familias han recibido ayuda en forma de alimentos en los meses de abril, mayo y junio.Se han entregado además ayudas económicas a 261 familias para cubrir alimentación y otros gastos básicos e imprescindibles. Además de eso, hemos orientado y acompañado a un total de 369 familias derivándolas a otros recursos disponibles para paliar sus necesidades, desde alimentos a asesoría legal y psicológica. Para todo ello hemos hecho un seguimiento semanal con las familias de los menores, y hemos trabajado en estrecha colaboración con los centros educativos, los servicios sociales y las redes vecinales de los barrios en los que trabajamos. Esto lo hemos hecho gracias a todos vosotros, y por eso hoy os mandamos estas sinceras sonrisas desde los hogares de los beneficiarios a los que habéis ayudado.

Sin embargo, queda mucho más por hacer. El confinamiento ha acrecentado la brecha digital y ha puesto en evidencia una clara emergencia educativa. Ya estamos reforzando nuestra preparación en las áreas en las que más nos necesitan los menores, pues el comienzo de curso va a requerir de un apoyo extra e importante para no quedarse atrás.