Con capas de súper héroes y súper heroínas han terminado los niños, niñas y adolescentes de Balia el curso escolar. Un año que se inició con mucha incertidumbre a causa de la pandemia pero que ha puesto de manifiesto la capacidad de superación de los/as 2.525 menores que han pasado por nuestros programas. Ellos y ellas han sido nuestra motivación, con unas ganas inmensas de aprender y de recuperar los meses perdidos, han llenado cada aula de Balia con su alegría.
Han echado mucho de menos realizar excursiones y actividades grupales. Este curso tampoco han podido compartir su espacio de merienda o juego con los demás, debido a los grupos burbuja. Y han tenido que imaginar la sonrisa de sus amigos y amigas bajo la mascarilla.
Los menores encuentran en Balia la ayuda escolar y emocional que necesitan. Por eso valoramos el esfuerzo que han realizado este curso, en el que el 80% de los niños y niñas han mejorado académicamente y el 82% han adquirido las competencias digitales necesarias para afrontar la nueva realidad escolar. Los/as adolescentes y jóvenes han vivido un curso también complejo emocionalmente, para ellos los meses en casa han sido muy duros. A pesar de ello el 81% han mejorado en habilidades emocionales y un 86% en educación en valores.
Ahora que hemos terminado, hacemos un balance muy positivo del curso, que nos ha traído también algunos cambios, como nos cuenta una educadora de Balia Guadalajara: “destaco el compromiso que han adquirido los chicos y chicas para estar conectados a diario después de sus largas jornadas escolares, la comunidad virtual tan fuerte que hemos creado y el saber que hemos podido dotar de competencias digitales a nuestros niños y niñas”. Y es que no todos los programas se han podido realizar de forma presencial por lo que desde Balia hemos creado programas también online para seguir acompañando en el día a día a estos menores.
Nuestro programa Conecta Mayores-Conecta Jóvenes ha sido otro gran ejemplo de superación por parte, en este caso, de los/as mayores cuyas ganas de aprender les han permitido salvar los obstáculos de la formación digital. En este curso han participado 380 mayores que han sido tutorizados por 122 jóvenes en los cursos de iniciación a la informática, de Smartphone y de Google. Han combatido la soledad y les ha ayudado a mantenerse ocupados y seguir estimulándose cognitivamente, en un momento donde los centros de mayores permanecían cerrados.
También ha sido un año muy difícil para las familias, tras el confinamiento se constató una dura realidad: que esta crisis sanitaria no ha afectado a todos por igual, sino que se ha cebado con las familias más vulnerables, agravando su ya de por sí frágil situación. “Este año ha sido muy duro. Para mi Balia es lo mejor. Las niñas son muy felices aquí, es un oasis, es paz y tranquilidad. Emocionalmente me ayuda mucho saber que estáis cerca, es raro que me pase alguna cosa y no me orientéis para poder solucionarla y salir adelante”, relata una madre al concluir el programa de infancia del Centro Balia de Latina.
Acaban los programas de curso escolar y comienzan los de verano. Por delante nos quedan unos meses de Colonias y Talleres en los que los niños, niñas y adolescentes de Balia tendrán la oportunidad de acudir a un espacio en el que se sienten queridos y en el que saben que van a aprender y divertirse.
Gracias a todas las personas y empresas que nos apoyáis, gracias a vosotros/as hemos construido una familia para miles de menores que necesitan nuestro apoyo para construir su futuro.