Con el fin del curso escolar los/as menores finalizan sus estudios, las actividades escolares y, lo más importante, las becas comedor. Para las familias con pocos recursos la llegada del verano supone más de un quebradero de cabeza. Y es que, tras la pandemia, muchas familias han visto disminuir sus ingresos y los indicadores de pobreza y exclusión social se han disparado a niveles alarmantes.
Por eso este año Balia contará con campamentos urbanos, en Madrid, Sevilla y Guadalajara gracias a la colaboración, entre otros, de Fundación la Caixa y Fundación Probitas, con lo que se garantizará el derecho a la educación, al juego y a una alimentación saludable a un total de 332 niños y niñas de 3 a 12 años.
Este programa estival promueve una educación en valores, además de proporcionar apoyo escolar para reforzar y afianzar los conocimientos adquiridos durante el curso escolar, así como actividades de ocio y tiempo libre, que estimulan el aprendizaje desde fuera de las aulas.
Los campamentos urbanos, además, garantizan una correcta alimentación proporcionando a los/as menores desayunos, comidas y meriendas saludables, lo que supone una tranquilidad y un desahogo para las familias en situación de vulnerabilidad.
De esta manera contribuimos a mitigar los efectos generados por la situación de pobreza que sufren; los menores socializan, se divierten y pueden disfrutar del periodo de descanso escolar como niñas y niños que son, alejados de las preocupaciones de su hogar.