Este año estrenábamos una coral y lo hacíamos porque en Balia creemos firmemente que la música es una potente herramienta transformadora para los/as menores en situación de vulnerabilidad, y que es capaz de generar un impacto positivo en su desarrollo emocional, social y cognitivo.
Así lo hemos comprobado durante este curso: el coro ha ayudado a que los niños y las niñas expresen sus emociones, fomenten habilidades sociales y fortalezcan su autoestima.
El coro actuaba por primera vez ante el público en el festival de Navidad de Balia, en familia, junto a sus compañeros/as, equipo educativo y las familias. Posteriormente dieron un gran salto en el festival que la Asociación Plataforma REDOMI, entidad colaboradora en este proyecto, organizaba para celebrar el Día Artístico Comunitario en la plaza de Peñuelas de Madrid, con muchos nervios porque era la primera vez que actuaban fuera de su entorno. En mayo volvieron a actuar en el Balia’s Day y en el barrio de Tetuán, junto con los coros de Menudos Cantantes y Jóvenes Cantantes. Y han cerrado el curso con un broche de oro, con una actuación el pasado 9 de junio en el Teatro Circo Price, junto a la orquesta infantojuvenil DaLaNota y la artista Soleá Morente, en un increíble espectáculo con el objetivo de reivindicar la música como motor de la felicidad.
Así concluye el primer año de vida de este programa tan ilusionante que nos ha dejado momentos inolvidables y que volverá el año que viene para seguir ayudando a los/as menores de Balia.